jueves, 17 de enero de 2008

MATERIAL DIDACTICO

COMPRENSIÓN DE LA LECTURA Y NIÑOS CON DIFICULTADES DE APRENDIZAJE
Se presentarán cada uno de los participantes, indicando experiencia y tiempo laborando en la institución educativa; se les hará entrega de una carpeta contentiva con la presentación en Power Point y las 11 láminas de práctica que serán utilizadas en la 2da hora del taller, una libreta pequeña y una hoja donde colocarán todas las preguntas. La carpeta contendrá una encuesta que llenarán los participantes al finalizar el taller.
Se requiere un video beam para proyectar la presentación de Power Point, el aula deberá ser ventilada, preferiblemente un espacio cerrado y las mesas y sillas colocadas en semi círculo, de manera tal que esto permita la comunicación visual de cada participante con el facilitador.
Comenzamos con una pequeña introducción acerca de la lectura como proceso y luego pasamos a explicar cada uno de los procesos que conforman la comprensión lectora, lo cual es importante que conozcan los docentes ya que de esta manera podrán reforzar los aspectos en los cuales sus alumnos puedan estar fallando.
PRIMERA PARTE: duración 1 hora académica. No se permitirán preguntas, los participantes anotarán las que surgiesen y en la segunda hora, correspondiente a la parte práctica del taller, serán respondidas.
La lectura como proceso transaccional
Esta teoría proveniente del campo de la literatura y fue desarrollada por Louise Rosenblatt en 1978 en su libro "The reader, the text, the poem". Rosenblatt adoptó el término transacción para indicar la relación doble, recíproca que se da entre el cognoscente y lo conocido. Su interés era hacer hincapié en el proceso recíproco que ocurre entre el lector y el texto (Dubois, 1991 en Quintana). Dice Rosenblatt al respecto: "Mi punto de vista del proceso de lectura como transaccional afirma que la obra literaria ocurre en la relación recíproca entre el lector y el texto. Llamo a esta relación una transacción a fin de enfatizar el circuito dinámico, fluido, el proceso recíproco en el tiempo, la interfusión del lector y el texto en una síntesis única que constituye el significado ya se trate de un informe científico o de un "poema" (Rosenblatt, 1985, en Quintana).
El proceso de la lectura
El proceso de la lectura es interno, inconsciente, no tenemos prueba del mismo hasta que las predicciones establecidas no se cumplen; es decir, hasta que corroboramos que lo que esperamos leer no se encuentra en el texto. (Solé 1994, en Quintana) Este proceso debe asegurar que el lector comprende el texto y que puede ir construyendo ideas sobre el contenido, extrayendo de él aquello que le interesa. Esto sólo puede hacerlo mediante una lectura individual, precisa, que le permita avanzar y retroceder, que le permita detenerse, pensar, recapitular, relacionar la información nueva con el conocimiento previo que posee. Además deberá tener la oportunidad de plantearse preguntas, decidir qué es lo importante y qué es secundario. Es de suma importancia enseñar, entonces, este proceso.
La lectura es una actividad que supone dos procesos diferenciados por parte de la persona que la realiza, por una parte debe decodificar, interpretar los símbolos escritos, por otra parte debe comprender la información que los textos transmiten para que el proceso de comunicación sea completo, dado que la transmisión de la información, finalidad de toda comunicación, no se realiza de forma plena.
Básicamente se admite (Cuetos 1990, en Ramos 1999) que existen cuatro procesos implicados en la lectura: procesos perceptivos, léxicos, sintácticos y semánticos (ver publicación acerca de este tema en este mismo blog).
FACTORES QUE SE DEBEN TENER EN CUENTA EN UN PROGRAMA DE ENSEÑANZA DE LA COMPRENSIÓN LECTORA
(Silva, s/f)
1. El desarrollo de la información previa y del vocabulario.
Ayudar al lector a desarrollar la información previa, incluido el vocabulario, requerida para leer determinados textos, considerando tales elementos como entes relacionados y no como entidades separadas.
Una de las grandes responsabilidades del maestro en su intento de mejorar la habilidad comprensiva de sus estudiantes consiste en desarrollar la información requerida antes de que lean cualquier cosa. Una parte de esa información previa a desarrollar se relaciona con la experiencia general que un individuo tiene en relación con un tema determinado. Importante también es la enseñanza y desarrollo sistemático del vocabulario, como parte de la información previa que se requiere para leer determinados textos y para futuras lecturas.
2. La construcción de procesos y habilidades.
Para que los alumnos adquieran los procesos y habilidades de comprensión es preciso enseñarles de manera sistemática tales procesos y habilidades. Es necesario enseñarles cómo encontrar o deducir las respuestas a las preguntas. El hecho de formular preguntas no es, en sí mismo, una forma de entrenar la comprensión. Además de hacer preguntas, el profesor ha de modelar ante sus estudiantes lo que deben aprender. Esta actividad de modelado es aquella faceta de la enseñanza en la que el profesor demuestra por la vía práctica a sus estudiantes cómo implementar los diferentes procesos y aplicar las distintas habilidades de comprensión.
3. Relación lectura y escritura.
Dado que los procesos de comprensión lectora y de la escritura son tan semejantes, la correlación de las actividades a desarrollar en ambas áreas hace que ellas se complementen y potencien entre sí. Correlacionar la escritura con la comprensión no significa proporcionarles actividades de escritura que se relacionen con el material que han leído previamente.
Por otra parte, los docentes deben tener presente que el mayor o menor grado de discapacidad de un niño no sólo depende de sus posibilidades y limitaciones personales, sino también de aquéllas relativas al contexto (familiar y social) en el que se desenvuelve. Además de tomar en cuenta al niño para estas actividades, deberán incorporar en ellas con tareas sencillas a las personas que conforman el contexto familiar, con ello se logra conocer los aspectos de la vida familiar que puedan estar afectando a su proceso de aprendizaje y desarrollo y aconsejarles recibir asesoría con personas especializadas.
En el aula, para los estudiantes con dificultades o retraso mental leve, le debemos asignar un compañero dentro del subgrupo para que le dé las instrucciones (en caso que se comparta el aula con niños sin dificultades de aprendizaje). El docente deberá indicarle al estudiante monitor que debe suministrar las instrucciones de frente y repetirlas varias veces. El compañero monitor puede anotar las observaciones que el estudiante en cuestión mencione, en el caso de que halle dificultades.
Existen diferentes estrategias de intervención para el desarrollo de la comprensión lectora que pueden ser aplicadas en niños con diagnóstico de dificultades de aprendizaje y retardo mental leve, a continuación mencionaremos varias, y luego pasaremos a la parte práctica del taller en la cual presentaremos dos textos que ustedes podrán leer y usar como modelos para la práctica de la comprensión lectora con sus estudiantes, estos son “El Cordero Agradecido” y “El Pajarito y el Incendio” cuyas laminas les seran entregadas al finalizar el taller.
ESTRATEGIAS DE COMPRENSIÓN LECTORA
Hacer preguntas para:
- Comprobar la comprensión
- Fomentar la comprensión literal del texto
- Fomentar el uso de estrategias de pensamiento crítico para analizar, sintetizar y evaluar el mensaje del autor
Fomentar que el estudiante se haga preguntas para:
- Activar su conocimiento previo
- Hacer predicciones
- Esclarecer significados
- Determinar la intención del autor, estilo, contenido y formato
- Buscar información específica
- Comprender y recordar hechos y personajes
- Resumir, analizar, comparar y generalizar ideas
- Preguntarse sobre las ideas que el texto no responde
Inferir:
- Determinar las definiciones de inferencia que manejan los participantes
Se infiere para:
- Extraer conclusiones del texto y relacionarlas con sus conocimientos
- Realizar predicciones razonables y revisarlas
- Crear interpretaciones dinámicas del texto
- Combinar conocimiento previo a las ideas nuevas para responder a las posibles preguntas que surjan
- Realizar juicios críticos
La inferencia lleva a desarrollar capacidades de:
- Recordar y aplicar lo leído
- Crear nuevos conocimientos
- Discriminar y analizar críticamente textos y autores
- Extrapolar y proporcionar respuestas analíticas o reflexivas al material leído
Ideas más relevantes
- Extraer las ideas más importantes del texto objeto de lectura, definir el esquema bajo el cual esta redactado
Visualizar
Cuando visualizamos mientras leemos creamos imágenes en nuestra mente. Visualizar nos ayuda a relacionarnos con los personajes del texto. Nos imaginamos cómo son y cómo actúan
- Sin texto
- A partir de lectura en voz alta (dramatización)
Comparar
- Usar información impactante
- Imágenes que van más allá de la visualización
- Inferencias e imágenes visuales se relacionan a partir del conocimiento
Tal como se indicó cuando hablamos acerca del proceso léxico de la lectura, observamos que los estudiantes con dificultades en la ruta visual tienen un número escaso de palabras representadas en su léxico interno y prácticamente tienen que decodificar todo lo que leen, incluso aquellas palabras muy frecuentes que para la mayoría de los estudiantes resulta muy fácil. Su dificultad se deriva de no tener automatizados los procesos de reconocimiento global y, gran parte de su memoria operativa tiene que ocuparse del descifrado. Así, al centrar sus esfuerzos cognitivos en la decodificación, serán los procesos superiores de comprensión los que queden más afectados. La razón no será por su imposibilidad de entender el material de lectura sino por una saturación de su memoria de trabajo (Perfetti 1985, en Ramos 1999).
Para incrementar el desarrollo del proceso léxico en la lectura, utilizamos la estrategia de la lectura modelada por el profesor. Esta actividad consiste en que el profesor lea una o varias veces el texto mientras el estudiante sigue la lectura en silencio. De esta forma, el profesor aporta una visión global del mismo, proporciona conocimientos previos, destaca las palabras más difíciles y facilita que el estudiante lo imite.
Para el desarrollo de la ruta léxica, los docentes pueden realizar actividades conjuntas de lectura y escritura. La actividad consiste en que el profesor escriba una de las palabras con las que el estudiante tiene dificultades. El aprendiz lee la palabra (si es necesario con ayuda del profesor). A continuación, el estudiante la escribe pronunciando al mismo tiempo las letras. Una vez escrita, la compara con la que ha escrito el profesor y, si tiene algún error, lo corrige. Después, la escribe de memoria y vuelve a comprobar si lo ha hecho de forma correcta.
Para reforzar el proceso semántico, esto es entre otras cosas - como se indicó al comienzo de este taller -, la extracción del significado del texto, ya que los estudiantes con dificultades de aprendizaje se les dificulta distinguir las ideas principales de las secundarias, la recuperación debe centrarse en enseñarles a identificar la importancia relativa que adquieren las distintas partes del texto y/o párrafo. El papel de mediación que debe realizar el profesor es fundamental, puesto que será él quien proporcione ayudas verbales a través de la formulación de preguntas básicas que le ayuden a estructurar el texto: ¿Qué personajes intervienen?, ¿Dónde ocurrió?, ¿Qué sucedió inicialmente?, ¿Dónde transcurrió?... Esta actividad puede realizarse con un estudiante o en grupo reducido, dependiendo del grado de dificultad de comprensión que presente cada estudiante, pero, sin duda, adquiere un especial valor didáctico cuando se lleva a cabo con el grupo-clase, en el que el profesor se convierte en animador y conductor de la discusión con el objetivo de llegar al consenso sobre la opción que se considere más adecuada. Esta actividad debe realizarse con todos los tipos de textos: narrativos, expositivos, periodísticos.
Cuando el estudiante tiene dificultades en integrar en su memoria lo que va leyendo, bien sea porque el texto no aporta mucha información sobre el contenido, o porque el estudiante no dispone de los conocimientos previos necesarios para una buena comprensión (conocimiento general del mundo o del tema que trate el texto), o simplemente porque no comprende el esquema o estructura del mismo texto, sugerimos algunas actividades:
Cuando la información previa del estudiante es escasa, es necesario activar o aportar conocimientos que sirvan para sustentar la nueva información. La intervención del profesor debe cumplir un doble objetivo. Por un lado, permitirá conocer la situación del estudiante en cuanto a la información que poseen sobre el tema. Y, por otro, contribuirá a regular la aportación de información, mayor o menor, que tiene que ofrecer en función de lo que los estudiantes ya saben. Las actividades pueden ser variadas. Por ejemplo, explicar globalmente de qué trata el texto para que puedan relacionarlo con su experiencia previa, leer el título y comentar lo que los estudiantes saben sobre el tema, explicar palabras o frases clave, observar los dibujos o gráficos y comentar lo que representan, buscar información previa en textos o libros más sencillos. En definitiva, se trata de partir de una situación en la que se construyan esquemas de conocimientos básicos sobre los que se asienten e inserten los conocimientos nuevos que se le pide al estudiante que adquiera.
Hay estudiantes con dificultades de comprensión que se enfrentan a la lectura como si se tratase de una tarea en la que tienen que retener de una forma lineal la mayor cantidad posible de datos, de tal forma que, mientras leen, buscan hechos y datos frecuentemente triviales. El resultado final es un conglomerado de información sin coherencia lógica y donde abundan los detalles poco relevantes. Ponen de manifiesto un recuerdo poco consistente, inarticulado y con dificultades a la hora de resumir y de identificar la estructura o macroestructura del texto.
Una de las actividades consistirá en hacer ver a los estudiantes la macroestructura de los textos, las cuales serán diferentes de acuerdo al tipo de texto que se aborde. Las clasificaciones de los tipos de textos han sido variadas, pero la que ha conseguido mayor aprobación entre los especialistas es aquella que afirma que podemos distinguir básicamente tres tipos: narrativos, descriptivos y expositivos. En el caso de los textos narrativos, algunas cuestiones que ayudarán a identificar la estructura de los mismos serán las siguientes: ¿Dónde ocurrió?, ¿Cuándo?, ¿Quién es el personaje o protagonista principal?, ¿Qué ocurrió primero?, ¿Qué hizo el personaje principal?, ¿Cómo se sintió?, ¿Cómo termina la historia? La interiorización de esta estructura facilitará tanto el recuerdo y la comprensión lectora como la composición escrita.
SEGUNDA PARTE: duración 1 hora académica. Se presentarán las láminas de lectura y se responderán todas las dudas que tengan los participantes. Se tratará de buscar que ellos mismos respondan las preguntas, haciendo repreguntas de tal manera de lograr el diálogo entre todos los participantes.A continuación presentaremos los textos – ejemplo que le servirán de guía para practicar con sus estudiantes. Estas láminas han sido extraídas del tomo II de la Enciclopedia “Problemas de Aprendizaje. Una Guía Práctica para Conocer y Ayudar al Niño con Problemas de Aprendizaje".

- BROCHURE -


Taller introductorio sobre la comprensión de la lectura

Este Taller incluye estrategias y actividades para intervenir en el proceso de comprensión lectora de los estudiantes con dificultades de aprendizaje especialmente preparado para docentes de la Escuela Experimental Venezolana.
Objetivo general:
Reforzar los conocimientos del docente respecto a una mejor selección y manejo de materiales escritos para el desarrollo de una adecuada comprensión lectora por parte de estudiantes con retardo mental leve.
Objetivos específicos:

  • Reforzar el conocimiento del docente acerca de los procesos que intervienen en la comprensión lectora de estudiantes con retardo mental leve.
  • Ampliar el horizonte del docente a nuevas estrategias de comprensión de textos para estudiantes que presentan dicha dificultad.
  • Explicar las estrategias más adecuadas para cada una de las etapas del proceso de comprensión lectora.

Contenido:
I. Procesos que intervienen en la lectura

  • Procesos perceptivos
    Procesos léxicos
    Procesos sintácticos
    Procesos semánticos.


II. Intervención:

  • Procesos perceptivos
    Procesos léxicos
    Procesos sintácticos
    Procesos semánticos.

III. Estrategias para la comprensión de textos:

  • Relacionar el texto con el cocimiento previo
    Hacerse preguntas
    Realizar inferencias
    Determinar la importancia de las ideas del texto
    Visualizar

IV. Actividades para pensar, compartir y aprender:

  • Apoyo de las imágenes
    Correspondencia, imagen - texto
    Escritura espontánea
    Clasificar, analizar y agrupar textos
    Lectura silenciosa de textos elegidos libremente
    Lectura compartida con el profesor
    Elaboración y aplicación de entrevistas
    Montar exposiciones y maquetas
    Elaborar un diario de vida grupal

Se llevará a cabo de manera participativa con apoyo de material de consulta y a través de los foros de discusión.
Se presentarán a los participantes varios ejemplos de material didáctico para ejercitar la comprensión lectora
Los participantes elaborarán una propuesta sobre el manejo de materiales escritos que se utilizarán en sus clases.

Se les entregara material didactico y laminas de apoyo para practica de comprension lectora.
Matricula mínima: 10 profesores
Costo de la matricula por profesor: a convenir
Fechas: 11 de enero 2008
Horario: de 10.00 a 12.00
Lugar: UCAB

lunes, 7 de enero de 2008

Procesos de Lectura

La lectura es una actividad que supone dos procesos diferenciados por parte de la persona que la realiza, por una parte debe decodificar, interpretar los símbolos escritos, por otra parte debe comprender la información que estos textos transmiten para que el proceso de comunicación sea completo, dado que la transmisión de la información, finalidad de toda comunicación no se realiza de forma plena.
Básicamente se admite (Cuetos, 1990) que existen cuatro procesos implicados en la lectura: procesos perceptivos, léxicos, sintácticos y semánticos.

Procesos Perceptivos:
A través de estos procesos extraemos información de los signos escritos.
La memoria icónica se encarga de analizar visualmente los signos y los distingue del resto, la información permanece aquí unas centésimas de segundo, pero ello es insuficiente si no podemos dar el significado a esos rasgos escritos. La memoria operativa o memoria a corto plazo es la que se encarga de esta tarea gracias a esto la letra b la identificamos como tal y no como otra letra del alfabeto. Además la tercera memoria: la memoria a largo plazo es donde se representan los sonidos del alfabeto.
Lo que se ha demostrado cada vez mas es que los fracasos en la lectura raramente se deben a procesos perceptivos (Rodríguez Jorrín 1987). Cuando una persona confunde la letra “d” por una “b” es porque no ha consolidado aún la asociación de ciertos grafemas con sus fonemas y no por un problema repercepción.
Otro de los errores que se han atribuido a dificultades perceptivas han sido las inversiones; es decir cuando confunde “pal” con “pla”.
Intervención: Si una persona tiene dificultades con estas tareas debemos proporcionarle actividades que obliguen a un análisis de los rasgos diferenciadores de los grafemas haciendo hincapié en aquellos signos que tienen rasgos muy similares y en grupos silábicos que comparten tanto rasgos visuales como auditivos como b/d, m/n, bar/bra…
Algunas actividades podrían ser:
Señalar las características semejantes y diferentes de pares de letras o grupos silábicos: b-d, p-q, u-n…
Buscar una letra o grupo silábico en un fondo dado: p/ppbbpbbpdd; pra/ par pra par pra qra
Buscar una letra o grupo silábico en palabras o pseudo palabras: bra /cobra, brazo, borde.

Procesos Léxicos:
A través de estos procesos podemos llegar al significado de las palabras.
Existen dos vías para el reconocimiento de las palabras, es lo que llamamos modelo dual de lectura.
Una de las vías es la ruta léxica o ruta directa. Consiste en conectar directamente la forma ortográfica de la palabra con su representación interna, es decir se realiza a través de la imagen. Es similar al reconocimiento que hacemos de un dibujo o de un número.
La otra es la llamada ruta fonológica. En esta transformamos cada grafema en su correspondiente sonido y mediante esos sonidos llegamos al significado. Un/a buen/a lector/a tendrá ambas vías desarrolladas dado que son complementarias y no excluyentes.
La existencia de amabas rutas puede ponerse de manifiesto si el /la lector/a analiza en si mismo/a como se enfrenta a las dos palabras que siguen:
“Midriasis casa”
Seguramente coincidiremos en que la lectura de ambas palabras es muy diferente.
En el primer caso (midriasis) operamos con mayor lentitud descifrando uno a uno los signos antes de componer la palabra oral: /midriasis/. En primer lugar haremos la ruta fonológica. En el segundo caso, todo parece ir más rápido, es como si nos limitáramos a reconocer la palabra de golpe, así pues, una palabra nos puede resultar familiar o no, y dependiendo de ello nuestro comportamiento, es muy diferente. Cuando la palabra es muy frecuente para nosotros, la reconocemos inmediatamente (casa), en caso contrario la decodificamos (midriasis). Las dificultades pueden provenir de cada una de estas rutas o de ambas.
Toda persona que tiene dificultades en la ruta visual, posee pocas palabras representadas en su léxico interno y tiene que decodificar continuamente lo que lee, incluso palabras que para el resto de las personas son sencillas por ser muy habituales. La dificultad radica en la carencia de la automatización de los procesos de reconocimiento global y una gran parte de su memoria operativa se centra en descifrar. Al central el esfuerzo en esta tarea, el resto de los procesos de comprensión se ven afectados.
El principal requisito para la ruta fonológica es saber utilizar las reglas de conversión grafema – fonema.
Cuando comienza la enseñanza sistemática de la lectura, lo que se esta desarrollando es la ruta fonológica (al menos cuando se utilizan los métodos fonéticos). Es la etapa más difícil puesto que exige un triple proceso.
En primer lugar la persona debe tomar consciencia que el lenguaje oral se divide en partes más pequeñas (sílabas y fonemas).
En segundo lugar debe asociar unos signos abstractos con unos sonidos con los que no tienen ninguna relación, ya que no hay nada en el signo gráfico que indique como debe pronunciarse. Por esta razón al comienzo de esta etapa, se producen muchos errores de sustituciones de unos fonemas por otros, especialmente en aquellos grafemas muchos rasgos tanto visuales como acústicos (“b” y “d”, “p” y “q”, “m” y “n”).
En tercer lugar, la persona asocia o ensambla los distintos sonidos que va obteniendo del descifrado y forma de las palabras.
Cunado la persona aplica de forma correcta las reglas de conversión grafema – fonema va encontrando palabras que se repiten muy a menudo y va memorizando y formando una representación interna de esas palabras con lo que las puede leer directamente sin realizar la conversión de cada letra en su sonido correspondiente.
Intervención: Algunas actividades de intervención en caso de que nos encontremos alumnado con dificultades en la ruta léxica son las siguientes:
Presentar simultáneamente dibujos con las palabras que los designan. Se presentan a las personas las palabras asociadas con los dibujos, el objetivo es que memoricen las palabras y las asocien con los dibujos. Después de varias sesiones de entrenamiento, el /la formador/a presenta la palabra (sin el dibujo) y el /la alumno /a tiene que decir la palabra.
Debemos comenzar con palabras frecuentes para el /al alumno /a. Hay en el mercado juegos educativos compuestos de tarjetas en la que aparece el dibujo acompañado de su nombre.
Diferenciar el significado de las palabras homófonas. Se debe presentar el par de palabras (ejemplo “ola” “hola”) con sus significados (y si es posible con dibujos) para que el alumno/a descubra las diferencias y memorice ambas representaciones.
Método de lecturas repetidas. Este método es especialmente útil cuando el alumnado no tiene automatizado los procesos de decodificación grafema – fonema. Para llevar a cabo una decodificación automática se requiere una gran cantidad de práctica, y un modo de levarla a cabo es mediante reiteradas lecturas de un mismo texto. El método implica que el alumno /a lea repetidamente un pasaje significativo de un texto hasta que alcance un nivel aceptable de fluidez lectora. Una vez que lo alcanza se repite el procedimiento con distintos tipos de textos. Algunas experiencias propias vienen a demostrar que la velocidad lectora del alumno /a aumenta de la primera a la tercera lectura de un mismo texto.
Este método puede también emplearse usando lista de frases y palabras seleccionadas de un texto que deben leer después y que leerán repetidamente. El orden es aleatorio en cada ensayo el entrenamiento termina cuando el alumno ha conseguido una aceptable velocidad lectora. Después se le presenta el texto qe contiene esas mismas palabras que ya le resultan familiares y por tanto el reconocimiento de palabras será mas fluido.
Es necesario proceder con cautela en la aplicación de estas dos últimas estrategias, puesto que hay que hacer ver al alumno/a con dificultades que el objetivo último de la lectura es la comprensión. La velocidad en la decodificación lo único que hace es contribuir a mejorar la eficiencia lectora, cuyos componentes son la compresión y la velocidad.
Supresión paulatina de palabras en párrafos. Una variante del método de lecturas repetidas consiste en suprimir paulatinamente las palabras principales de los párrafos. Una vez que ha leído varias veces el texto, el alumno /a debe completar de memoria los espacios en blanco con las palabras que faltan. Un ejemplo puede se el siguiente:
Texto Inicial:
La sociedad romana estaba compuesta de hombres libres y esclavos. Los esclavos carecían de derechos, podían ser comprados, vendidos e incluso maltratados por sus amos. Trabajaban como mineros, como remeros en las galeras y en general realizaban los trabajos artesanos y agrícolas más penosos. Entre los hombres libres hubo varias clases y órdenes, según la riqueza y poder que tenían.
Texto Intermedio:
La ________ _________ estaba compuesta de hombres _______ y ________. Los ________ carecían de derechos, podían ser comprados, __________ e incluso _________ por sus amos. Trabajaban como mineros, como _________ en las galeras y en general realizaban los trabajos ________ y________ más penosos. Entre los hombres libres hubo varias _______ y órdenes, según la _______ y poder que tenían.
Texto Final:
La _________ ________ estaba compuesta de ________ _______ y ________. Los ________ carecían de __________, podían ser _________, __________ e incluso _________ por sus _____.Trabajaban como ________, como _________ en las ______ y en general realizaban los trabajos ________ y________ más penosos. Entre los _______ _______ hubo varias ______ y ______, según la ______ y _____ que tenían.

Lectura moderada por el /la formador /a. Esta actividad consiste en que quien forma lea una o varias veces el texto mientras el alumno /a sigue la lectura en silencio. De esta forma, el formador /a aporta una visión global del mismo, proporciona conocimientos previos, destaca las palabras más difíciles y facilita que el alumno /a lo imite.

Actividad conjunta de lectura y escritura. A través de esta actividad se relaciona la lectura y la escritura para el desarrollo de la ruta léxica. La actividad consiste en que el formador /a escribe una de las palabras con las que el alumno /a tiene dificultades. El alumno /a lee la palabra (si es necesario con ayuda del profesor).
A continuación, el alumno /a la escribe pronunciando al mismo tiempo las letras. Una vez escrita, la compara con la que ha escrito el formador /a y si tiene algún error lo corrige. Después, la escribe de memoria y vuelve a comprobar si lo ha hecho de forma correcta.
En cuanto a la ruta fonológica, la recuperación es más compleja ya que los procesos implicados son tres:
- Segmentación de las palabras en fonemas
- Conversión de los grafemas en fonemas
- Ensamblaje de los fonemas para formar las palabras
Por este triple proceso la intervención podría implicar dos tipos de actividades distintas:
Existen investigaciones que demuestran la relación entre la capacidad de conocimiento fonológico y la adquisición de lectura escritura. Para poder emplear la ruta fonológica el alumno /a tiene que saber que el habla se segmenta en sonidos y que estos se representan mediante letras Así una de las tareas es la de segmentar el habla o lo que se conoce como el desarrollo del conocimiento fonológico.
Se recomiendan ejercicios de señalar rimas, presentándole una palabra (por ejemplo “salón”) para que diga otra que rime con ella (p. ej. “balón”) o pronunciándole varios grupos de palabras (ej. Nube, sube, tuve) para que el alumno /a descubra lo que tienen en común. Para el desarrollo del conocimiento fonológico existen muchos ejercicios publicados (Carrillo y Carrera, 1993) (Jiménez Y Ortiz, 1995), (Sánchez Rueda y Orrantía, 1989); (Rueda, 1995).
Es necesario resaltar el hecho, en el que todas las investigaciones coinciden, de que el conocimiento fonológico es un requisito necesario para la escritura, esto hace que el entrenamiento en tareas fonológicas supone la mejoría de las habilidades de escritura. En el caso de la lectura ese entrenamiento fonológico no ha supuesto una mejora en los resultados. La razón podría estar en que en esos trabajos en lo que no se ha producido avances proponían tareas en lo que comportan el análisis y no la síntesis de las unidades fonológicas. Llamamos síntesis a la unión o ensamblaje de palabras, sílabas y fonemas para formar frases y palabras. (por ej. /p/…+…/a//…+…/t//…+…/o/= /pato/).
Recomendamos que las tareas de conocimiento fonológico se adapten a las características del alumno /a para que estas no sean excesivamente fáciles ni difíciles, y además, es muy recomendable utilizar la escritura con letras de plástico, ordenador… como medio para componer palabras a la que añade, quita, cambia o recompone letras.
Respecto al aprendizaje de las reglas de transformación grafema – fonema, hay que señalar que esta es una tarea muy arbitraria, ya que como se indicó no hay nada en las letras que indique como deben pronunciarse. Para el aprendizaje de estas reglas la estrategia más aconsejable es ayudarse de claves que faciliten el establecimiento de algún vínculo entre las letras y los sonidos. Por ejemplo, enseñar la letra “j” a partir del dibujo de un “jamón” para que recuerde que esa letra se pronuncia /j/ porque tiene la forma del jamón.
Uno de los procedimientos más reconocidos para la enseñanza de la asociación grafema – fonema son aquellos métodos que involucran dos o más modalidades sensoriales en la enseñanza de la lectura y la escritura. Se procura que el alumnado utilice la vista, el oído, el movimiento y el tacto Para asegurar la asociación grafema- fonema.
1. Presentamos el grafema y lo asociamos con una forma real a la que el grafema pueda semejarse. En nuestro caso la “m” tiene forma de montaña. (Ayuda visual)
2. Decimos el sonido /m/ y lo alargamos para identificarlo mejor. Este sonido coincide con el sonido inicial de /mmmmmontaña/ y buscamos otras palabras que comiencen o contengan el sonido /m/. (Ayuda auditiva)
3. Recorremos caminos en el suelo imitando la forma de “m” y dibujamos en el aire, en la pizarra, en un papel,… la letra “m” nombrando su sonido. (Ayuda kinestésica o de movimiento).
4. Identificamos o diferenciamos sólo por el tacto la forma de “m” de otras formas recortadas en cartón, madera, moldeada en plastilina, etc. (Ayuda táctil).
Otra actividad relacionada con el aprendizaje de la asociación grafema-fonema podría consistir en escribir dos palabras (con letras de plástico, madera, cartón,…) que compartan alguna letra. El formador /a las lee en voz alta para que el alumno /a se dé cuenta de que dos palabras que tienen letras comunes también tienen sonidos comunes. El formador /a hace ver el sonido de esas letras y después el alumno /a copia la palabra en su cuaderno nombrando cada letra a medida que las va escribiendo.

Procesos sintácticos:
Nos permiten identificar las distintas partes de las oraciones y el valor de cada una de ellas para acceder de forma eficaz al significado.
El procesamiento léxico o reconocimiento de las palabras es un proceso necesario para entender el mensaje que transporta el texto escrito, sin embargo no es suficiente, las palabras aisladas no transmiten información nueva, es la unión de éstas y sus relaciones las que construyen esa información. De este modo una vez reconocidas las palabras de la oración, la persona tiene que determinar las relaciones que existen entre ellas.
Intervención: Cuando el alumno /a tiene dificultades a la hora de identificar los componentes sintácticos de la oración, se le puede ayudar mediante la realización de las siguientes actividades:
- Coloreando (por ejemplo de rojo) el sujeto de cada oración y de otro color el predicado y utilizando distintas estructuras de oración para que el alumno /a se de cuenta de que el sujeto de la oración no tiene por qué ir siempre en primera posición.
- Practicando con tareas de emparejamiento de dibujos con oraciones que tengan distintas estructuras sintácticas, insistiendo sobre todo en los tipos de oraciones que se han identificado como de especial dificultad.
- A través de ejercicios de completar los componentes de la oración que faltan: unas veces faltará el sujeto, otras el verbo, otras el objeto, otras las palabras funcionales, etc.:
El elefante persigue al mono.
El _____ es perseguido por el ________.
A quien persigue el ________ es al ______.
El que persigue al ________ es el ___________.
El _______ es ___ que persigue ___ ________.
El mono es ___ que persigue ___ ________ .
En el caso de que el alumnado tenga dificultad en automatizar el respeto de los signos de puntuación se hace necesario que el formador /a proporcione la ayuda necesaria a través de las siguientes actividades:
- Presentar un párrafo corto con los grupos sintácticos exageradamente diferenciados mediante flecha, dibujos o aumento considerable del tamaño. El alumno /a lo leerá con la ayuda visual necesaria hasta que logre automatizar el respeto de los signos que aparecen en el texto. Poco a poco la ayuda visual deberá ser menor. Un primer modelo de lectura puede aportarlo el profesor. Un primer texto inicial podría ser el siguiente:
Andrés vivía en un carromato de circo. :
Un día, su padre le preguntó ¿Te gustaría ir a la ciudad y comprar comida para los animales? ¡Claro!, dijo Andrés.: De acuerdo, pero tendrás que prometerme que me ayudarás y que no harás travesuras.
A través de sucesivas presentaciones podríamos ir disminuyendo el nivel de ayuda visual, haciendo más pequeños los dibujos o sustituyendo los dibujos por signos de puntuación más grandes de lo habitual. Hasta que, finalmente, el alumno /a respete los signos de puntuación sin ayuda especial.
- Leer conjuntamente (formador /a –alumno /a) varias veces un texto, marcando muy bien los signos de puntuación, hasta que el alumno realice una ejecución aceptable.
- Presentarle sencillos textos bien puntuados para que los lea en voz alta y grabarle la lectura para que luego escuche y observe sus errores.

Procesos semánticos:
Este proceso es uno de los principales, y de mayor complejidad, constituye uno de los mayores escollos del sistema educativo donde gran parte de los conocimientos organizados se transmiten a través del medio escrito
Las personas que poseen un nivel básico de lectura llegan a un punto en que realizan una automatización de los procesos de decodificación y en muchos casos de los procesos de comprensión de textos. Sin embargo, el dominio de las estrategias semánticas se realiza únicamente con la práctica cuando se dedican recursos cognitivos superiores a la tarea específica de aprender estrategias de comprensión lectora.
En un gran número de ocasiones las actividades para fomentar la comprensión lectora se basan en contestar preguntas acerca de los textos. Estas preguntas, intentan dar respuesta, normalmente por escrito, a cuestiones explícitas en los mismos. Esta enseñanza pone más énfasis en la evaluación de la comprensión que en la enseñanza. Es más beneficioso el empleo de estrategias que beneficien a todo el alumnado /a, y de forma especial a aquellas personas que tienen dificultades para la comprensión y asimilación de distintos textos.
Es importante enseñar contenidos procedimentales para que los alumnos aprendan a “aprender”.
Descripción:
Siguiendo a Cuetos (1990 y 1996), la comprensión de textos es un proceso complejo que exige del lector /a dos importantes tareas: la extracción de significado y la integración en la memoria.
La comprensión del texto surge como consecuencia de la acumulación de información que van aportando las oraciones. Este conjunto forma una red de proposiciones que van a constituir la base del texto (Kinstch y Van Dick, 1978). No obstante, habrá oraciones que van a aportar información relevante para la comprensión global del texto y otras oraciones sólo aportarán detalles. Existirá, por tanto, una jerarquización entre las informaciones: unas principales (que se recordarán mejor) y otras secundarias.
Una vez que se ha comprendido el texto, es necesario que se integre en la memoria del lector /a. Y esto será posible siempre que se establezca un vínculo entre la información que el lector /a ya posee y la nueva información que ha comprendido. En este momento los conocimientos previos que poseen las personas adquieren una importancia relevante; puesto que, cuantos más conocimientos se poseen sobre un tema, mejor se podrá comprender y mayor facilidad se tendrá para retenerla.
A través de la información que el lector /a va adquiriendo, se va creando una estructura mental que le permitirá ir más allá de lo que aparece explícito en el texto. De tal forma que será capaz de realizar inferencias. Es decir, el lector /a podrá obtener información implícita en el mensaje que utilizará para adquirir una comprensión más completa del texto y una mejor integración en sus conocimientos.
Intervención:
La comprensión de un texto es el resultado de los conocimientos y habilidades que la persona aporta así como las características del propio texto. Así, las estrategias del formador /a deben dirigirse tanto a las estrategias del lector /a como a la estructura del texto. A continuación se exponen algunas de las actividades que se pueden realizar para ayudar a la comprensión lectora.
Cuando los alumnos /a tienen dificultades en extraer el significado del texto, porque no son capaces de distinguir las ideas principales de las secundarias, la recuperación debe centrarse en enseñarles a identificar la importancia relativa que adquieren las distintas partes del texto y/o párrafo. El papel de mediación que debe realizar el formador /a es fundamental, puesto que será él /ella quien proporcione ayudas verbales a través de la formulación de preguntas básicas que le ayuden a estructurar el texto: ¿Qué personajes intervienen?, ¿Dónde ocurrió?, ¿Qué sucedió inicialmente?, ¿Dónde transcurrió?... Esta actividad puede realizarse con un alumno /a o en grupo reducido, pero sin duda adquiere un especial valor didáctico cuando se lleva a cabo con el grupo-clase, en el que el formador /a se convierte en animador /a y conductor /a de la discusión, con el objetivo de llegar al consenso sobre la opción que se considere más adecuada. Esta actividad debe realizarse con todos los tipos de textos: narrativos, expositivos, periodísticos...
En otras ocasiones, los alumnos /as tienen dificultades en integrar en su memoria lo que va leyendo. Las razones fundamentales son dos. Una depende del propio texto, que no aporta mucha información sobre el contenido. Y otra depende de la persona, porque no dispone de los conocimientos previos necesarios para una buena comprensión. Estos conocimientos de la persona pueden ser básicamente de dos tipos. Por un lado, un conocimiento general del mundo o del tema que trate el texto. Por otro, de cómo está organizado el texto o, en otras palabras, de su estructura esquemática. Para compensar estas dificultades, vamos a sugerir algunas actividades:
Cuando la información previa del alumno /a es escasa, es necesario activar o aportar conocimientos que sirvan para sustentar la nueva información. La intervención del formador /a debe cumplir un doble objetivo. Por un lado, permitirá conocer la situación del alumno /a en cuanto a la información que poseen sobre el tema. Y, por otro, contribuirá a regular la aportación de información, mayor o menor, que tiene que ofrecer en función de lo que los alumnos /as ya saben. Las actividades pueden ser variadas.
Por ejemplo, explicar globalmente de qué trata el texto para que puedan relacionarlo con su experiencia previa, leer el título y comentar lo que los alumnos saben sobre el tema, explicar palabras o frases clave, observar los dibujos o gráficos y comentar lo que representan, buscar información previa en textos o libros más sencillos. En definitiva, se trata de partir de una situación en la que se construyan esquemas de conocimientos básicos sobre los que se asienten e inserten los conocimientos nuevos que se le pide al alumno que adquiera.
Hay alumnos /a con dificultades de comprensión que se enfrentan a la lectura como si se tratase de una tarea en la que tienen que retener de una forma lineal la mayor cantidad posible de datos. De tal forma que, mientras leen, buscan hechos y datos frecuentemente triviales. El resultado final es un conglomerado de información sin coherencia lógica y donde abundan los detalles poco relevantes. Ponen de manifiesto un recuerdo poco consistente, inarticulado y con dificultades a la hora de resumir y de identificar la estructura o macroestructura del texto.
Una de las actividades consistirá en hacer ver al alumnado la macroestructura de los textos que serán diferentes dependiendo del tipo de texto de que se trate. Las clasificaciones de los tipos de textos han sido variadas, pero lo que ha conseguido mayor aprobación entre los especialista es aquella que afirma que podemos distinguir básicamente tres tipos: narrativos, descriptivos y expositivos. En el caso de los textos narrativos, algunas cuestiones que ayudarán a identificar la estructura de los mismos serán las siguientes: ¿Dónde ocurrió?, ¿Cuándo?, ¿Quién es el personaje o protagonista principal?, ¿Qué ocurrió primero?, ¿qué hizo el personaje principal?, ¿ Cómo se sintió?, ¿ Cómo termina la historia?. La interiorización de esta estructura facilitará tanto el recuerdo y la comprensión lectora como la composición escrita.
Pero sin duda, el proceso más complejo que los alumnos tienen que realizar para una completa comprensión del texto, es hacer deducciones y comprender lo que está implícito en el mismo. Muchos alumnos /as consiguen realizar estas inferencias puesto que van a depender, básicamente, de los conocimientos previos que tienen sobre el tema. Por el contrario, otros alumnos necesitarán estrategias concretas que le ayuden a obtener una información que, en principio, no aparece en el texto pero que, implícitamente, forma parte del mismo y facilita su comprensión. Algunas de las actividades que se pueden realizar son las siguientes (Cuetos, 1996):
- Hacer consciente al alumno /a de que el objetivo de la lectura es obtener información y de que es necesario utilizar lo que ya sabe para comprenderlo.
- Formular preguntas sobre el texto que no estén explícitas en el mismo y hacer que él formule también otras.
- Localizar en el texto las acciones sobre las que es necesario hacer inferencias, explicándoles que deben completar la información que no está en el texto y que deben deducir. La lectura de poesías es una buena suele ser una buena actividad para realizar inferencias. Se puede comenzar la actividad leyendo un párrafo en voz alta para que el alumno escuche atento la información que falta. Una vez leído se le formulan diversas preguntas de inferencias y se le pide que nos diga qué ha tenido que adivinar o deducir para contestarlas.
- Hacer predicciones sobre el texto, es decir, ser capaces de anticipar lo que va a suceder mientras que están leyendo. Se les puede pedir que cuenten lo que piensan que va a suceder y el porqué de sus respuestas.
- Buscar preguntas posibles, que no aparezcan en el texto, y que pudieran formar parte de las cuestiones de un examen.
Desde el comienzo, la intervención del formador /a ocupa gran parte del proceso de enseñanza sobre todo en el caso de esos alumnos que tienen dificultades en el reconocimiento automático de las palabras y en la comprensión. Estos alumnos /as no están motivados para enfrentarse con una tarea, sobre la que tienen conciencia, que no hacen bien y a la que no encuentran sentido. Su lectura es vacilante, repleta de errores y carente de significado. No es extraño que, ante esta situación, un alumno opte por no disponerse ante una experiencia que le resulta frustrante. Sin embargo, para ser un buen lector es necesario leer mucho y bien. Ahora bien, ¿Cómo conseguir que lea mucho y bien quien le mal y apenas puede disfrutar de la lectura?. Una de las mejores propuestas consiste en entender la lectura como lectura conjunta o compartida, en la que un /a lector /a más capaz presta la ayuda que un alumno /a precisa para que pueda interpretar el texto, sirva de modelo, verbalice las operaciones que mentalmente realiza, identifique las dificultades conjuntamente con el alumno, aclare dudas e insista en los aspectos más complejos. De esta manera, ante una lectura vacilante y lenta, en la que el alumno /a pierde rápidamente el hilo de lo que va leyendo, el instructor puede hacerse cargo de todas las actividades descritas que el alumno no puede hacer: contextualizar, identificar el esquema, autopreguntarse, ayudar a extraer la idea principal,... En definitiva, todo aquello que facilita la comprensión del texto. Una vez que el alumno se acostumbra a esta relación de ayuda y colaboración es importante que se revisen conjuntamente las dificultades y se realicen las actividades que se han descrito.
Las actividades propuestas constituyen un ejemplo de las actividades posibles. Existen numerosos trabajos que proponen seguir una metodología para enseñar la comprensión lectora. En el ámbito español, aparte de los autores citados destacamos, entre otras, las obras de Solé (1994); Vidal-Abarca y Gilabert (1991), León (1991), García Madruga y Martín (1987), Alonso Tapia y col. (1992), Quintanal (1995), Sánchez (1998), Carriedo y Alonso Tapia (1994) y Lacasa, Anula y Martín (1995).
Fuera de nuestro país (*) son interesantes los trabajos de Ambruster, Anderson y Ostertag (1989), Baumann (1990), Cooper (1990), Hare y Borchardt (1984), Palincsar y Brown (1984), etc.
(*) España.
Fuente: Guía docente en formación dual. Periplos Agrupación de Desarrollo.
http://www.fundacionmetal.org/publicaciones/Guia_docente_en_formacion_dual.PDF

domingo, 6 de enero de 2008

Generalización de la comprensión lectora en el colegio y el hogar


El programa de generalización a otras personas, y a otros contextos y materiales tiene el objetivo de lograr una permanencia de las estrategias de comprensión lectora aprendidas durante un programa específico. Se aplica, por los profesores de aula, en el hogar, a través de los padres o familiares, así como una aplicación autónoma por parte del sujeto.
El trabajo realizado comprueba que la intervención Metacognitiva es más eficaz que la Tradicional y que la presencia de los programas de generalización desarrollan más cantidad y variedad de estrategias de comprensión lectora
Esta intervención se basa en el modelo de la Metacognición de Mayor, Suengas y González (1993), en experiencias con personas con dificultades cognitivas en las que se ha tenido éxito, como la de Feuerstein (1980), así como en estudios sobre la comprensión lectora como el de Paris, (1984), Repetto (1988), González Fernández (1991), González Álvarez (1992), Zizzo, G.M. (2003) Hitchcock, C.H. (2004) , Block,C.C (2004) Hurst, M. y Jolivette, C ( 2006), entre otros.
Se apoyan así los diferentes pautas de intervención: estrategias metacognitivas y de autoaprendizaje, sistema integrado de evaluación e intervención, utilización de material icónico-verbal, lecciones programadas como en el aprendizaje instrumental y los programas de generalización.
Además se han diseñado otras pruebas para medir los diferentes procesos implicados en la comprensión lectora, ya que los revisados no eran adecuados para sujetos con retraso mental. Se han basado en textos icónico-verbales del entorno natural del los sujetos (historietas de Mortadelo y Filemón de Ibáñez, 1994).




  • Cloze: prueba de proceso de comprensión lectora. Se ha visto que esta medida es válida cuando se aplica en sujetos con retraso (Parker y Parker, 1979).


  • Cuestionarios de Comprensión Lectora: son pruebas también de proceso que se han elaborado a partir de los mismos textos empleados para el Cloze. Constan de tres cuestionarios de 8 preguntas cada uno. Relaciones (verdadero-falso); Ideas Principales (tres alternativas); Inferencias (verdadero-falso) Título: poner un título a la historieta, después de haber contestado al Cloze y de haber leído la historieta completa. Preguntas (6 preguntas semi-abiertas y 2 de alternativas, a modo de las fichas tradicionales de comprensión lectora).


  • Registros de generalización de la comprensión lectora: respuesta de los sujetos ante preguntas que realizan sus profesores y los padres o familiares.


  • En la clase: dos medidas en dos días separados (con cinco preguntas de las que en el análisis sólo se tendrá en cuenta una ¿Qué has hecho para comprender?).


  • En el hogar: varios días (para compensar el que no sea usual la evaluación en estos contextos y mejorar el rendimiento, y para obtener resultados aunque sólo cumplimentaran la mitad de las medidas, lo que suele ocurrir en estos contextos) de los que se elegirán al azar dos de ellos (y dos preguntas de las que sólo se analizará una: la misma que en las medidas de la clase). Se registran las respuestas de los sujetos. Se categorizan según tipos de estrategias y se contabiliza la frecuencia.

En este trabajo se compara la eficacia en comprensión lectora del método Tradicional de enseñanza, con el Metacognitivo, que está siendo bastante eficaz en sujetos normales o con alguna dificultad, pero que no ha sido todavía comprobado en sujetos con retraso mental.
El programa Tradicional se basa, generalmente, en la lectura de textos, con instrucción sobre la captación del significado y la corrección de errores, y la respuesta posterior a preguntas referentes a dicho texto, que suelen resolverse con la localización de la respuesta mediante una relectura del texto. Son estrategias de comprensión de tipo cognitivo, aunque pueden darse algunas metacognitivas (como “pensar mientras leo”,
“volver a leer si no he comprendido”), dado que ambas pueden solaparse si tratamos de operaciones mentales, aunque en proporción muy inferior al del programa “Metacognitivo”.
El programa Metacognitivo se fundamenta en la utilización de estrategias metacognitivas y de autoaprendizaje, en la programación de las lecciones según la metodología del aprendizaje instrumental, la utilización de material icónico-verbal y los programas de generalización en clase y en el hogar. Consta de 10 lecciones con objetivos generales y específicos.
1 Prepararse para leer
2 Hacer hipótesis a partir de los dibujos y el título
3 Lectura comprensiva del texto
4 Encontrar relaciones en lo leído
5 Encontrar ideas principales
6 Opinar sobre lo leído
7 Comprender con sentido del humor (cuando convenga)
8 Hacer un resumen
9 Comentarlo con alguien
10 Evaluar si se ha comprendido la lectura

Programas de Generalización
Se pretende que se produzca una transferencia de lo aprendido en las clases específicas con otras personas y en otros contextos. Por ello, se implica a los profesores, los padres y los propios alumnos en las situaciones de lectura.
Programa de Generalización en la clase
Se les da a los profesores un programa por escrito y, además se ilustra con ejemplos y con análisis de grabaciones en vídeo. Se les pide que lo utilicen con diversos materiales escolares, y en tareas diferentes. Esto se aplica durante tres meses.
Programa de Generalización en el hogar
Se tiene una reunión con las familias. Se les muestra cómo se ha intervenido (a través de videos tomados en sesiones prácticas) y la metodología básica. Se les facilita un programa para tenerlo visible en el hogar. Se les pide que lo apliquen durante tres meses y que aprovechen situaciones naturales de lectura. .
Programa de apoyo para los alumnos/as
A los alumnos se les entrega un papel con lo enseñado y practicado y se les insta a usarlo siempre que tengan que leer (tanto en clase, como en el hogar).

Comparativamente, el programa Metacognitivo desarrolla más estrategias y más variadas. Destacan las de análisis y planificación de información (“input”), como la predicción, la motivación. Esto puede tener relación con que en niños con retraso mental el potencial de aprendizaje del factor planificación es mayor que otros factores ( Molina y Arraiz, 1993 ) . También se fomenta la curiosidad hacia lo nuevo y atractivo, las variaciones de puntos de vista, el dominio de competencias y de tareas desafiantes, ya que estos sujetos suelen tener niveles bajos en estas motivaciones (Silon y Harter, 1985 ; Lepper, 1988).También se ha visto ventaja en estrategias de elaboración como técnicas correctas de lectura comprensiva.
Mientras que el Tradicional desarrolla más estrategias de decodificación (entre las de input ) y de relación ( entre las de elaboración ). Sin embargo, aparece una gran cantidad de estrategias incorrectas, cosa que parece “perderse” en otros contextos y con otras personas que no recuerden tales estrategias, ya que no son realmente comprensivas. Además, parecen competir con las correctas, de manera que podrían perder eficacia estas últimas.
Por ello, las estrategias deben ser metacognitivas, pero también de autoaprendizaje, por lo que la motivación y el aprendizaje significativo, con los procesos afectivos y emocionales de la persona se tornan fundamentales. Es decir, no sólo inferencias, razonamientos, deducciones, relaciones y otros procesos cognitivos que el sujeto tiene que hacer conscientes y regularlos, sino también las preferencias, el conocimiento previo, los gustos, la personalidad, los factores reforzantes (externos a internos), que hacen que la metacognición sea significativa , atractiva y fácil para el sujeto.
Hay que insistir en que esta mejoría apoya a todos los aspectos de la intervención empleados, que son varios y adaptados a las personas con retraso metal, pues se han empleado conjuntamente: La metodología utilizada para mejorar la comprensión de la lectura con la Metacognición y el Autoaprendizaje, apoyando a programas parecidos de Paris, (1984), Repetto (1988), González Fernández (1991), González Álvarez (1992), Zizzo, G.M. (2003) Hitchcock, C.H. (2004) , Block,C.C (2004) Hurst, M. y Jolivette, C ( 2006), entre otros. La metodología utilizada para la programación de las sesiones de intervención: inspirada en el Programa de Enriquecimiento instrumental de Feuerstein (1974) El material icónico-verbal y, muy especialmente el Programa de Generalización: Que obtiene resultados satisfactorios, y ha estado fundamentado en las indicaciones de investigadores como Stokes y Baer (1977) Meichembaum (1985), Borkowski (1985), Stremel-Campbell y Campbell (1985), Fox y McEvoy (1993) y Mayor y otros (1993). Y apoyando otros estudios realizados con personas con discapacidad: Borkowski y Kurt ( 1984) y Cohen y Meyers ( 1984),Hitchocock (2004) principalmente.
En conclusión: Hemos de conformarnos con estas medidas de generalización otros contextos, verificándose una tendencia a que sí se da dicha generalización de las estrategias enseñadas y practicadas. El programa de generalización parece ayudar a estabilizar las estrategias correctas de comprensión lectora. Comparativamente, el programa Metacognitivo desarrolla más estrategias de input, como la predicción, la motivación y de elaboración como técnicas correctas de lectura comprensiva. Mientras que el Tradicional desarrolla más estrategias de decodificación ( entre las de input) y de relación ( entre las de elaboración), pero compiten con la gran cantidad de estrategias incorrectas adquiridas con este último método, cosa que parece “perderse” en otros contextos y con otras personas que no recuerden tales estrategias, ya que no son realmente comprensivas.
Gracias a los programas de generalización, este método de intervención puede realizarse con la colaboración de profesionales especialistas o por los mismos profesores de aula formados para ello, y los padres, hermanos, familiares o personas del hogar.


Fuente: Carmen Carpio De Los Pinos. Doctora en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. En la Web:
http://www.uclm.es/profesorado/ricardo/Docencia_e_Investigacion/6/Carmen_Carpio.DOC

Vision actual del retraso mental y la Educación


La definición sobre retraso mental de la AAMR(*), hace referencia a limitaciones sustanciales en el comportamiento actual de la persona y se caracteriza por un funcionamiento intelectual significativamente por debajo del promedio, junto con limitaciones en dos o más de las siguientes áreas de destrezas adaptativas: comunicación, cuidado de sí mismo, vida en el hogar, destrezas sociales, empleo de recursos comunitarios, autodirección, salud y seguridad, aspectos cognitivos de tipo funcional, ocio y trabajo. El retraso mental se manifiesta antes de los 18 años.
Así, se define al retraso mental como algo "actual", que no supone que en el futuro seguirá siendo así. El "funcionamiento intelectual" se determina por un C.I., que ha de ser menor de 70 0 75.
Para Verdugo, (1.994) esta definición supone para la educación cambios importantes:Frente a la tendencia de ajustar al estudiante en una forma de escolarización y un currículo determinado, se propone el desarrollo de programas individualizados de tal modo que el equipo docente deba:




  • Recoger información de evaluaciones multidisciplinares.- Esta evaluación se centra en el desempeño actual del alumno, no en sus potencialidades; es una evaluación basada en la observación directa, en el juicio clínico, en la interacción con el estudiante (entrevista) y en entrevistas con terceros (educadores).


  • Elaborar un perfil de los apoyos necesarios en función de los datos anteriores, indicando la intensidad de los mismos en cada una de las dimensiones. Para ello, hay que realizar análisis más amplios que los estrictamente educativos; así, se estudiarán los apoyos existentes en la comunidad, familia y los que son más adecuados en cada caso.


  • Desarrollar planes de transición, de educación para determinar como deben ser los programas.


  • Diseñar programas que incluyan al estudiante dentro de las actividades educativas, sociales y recreativas con sus iguales sin discapacidad proporcionando los apoyos necesarios para su integración. Se aconseja utilizar los apoyos naturales. Uno de los apoyos fundamentales son las adaptaciones del currículo y de la instrucción, considerando que las mejores prácticas instructivas on aquellas que enseñan habilidades en rutinas funcionales, ya que los retrasados mentales generalizan y retienen la información mejor de este modo. Asímismo, se propone que la planificación de la instrucción no se realice en bloques separados sino dentro de actividades rutinarias.

En el caso de alumnos con retraso mental, durante los años iniciales (preescolar y primaria), se debe primar la inclusión plena en las clases ordinarias realizando las adaptaciones curriculares necesarias. En niveles superiores se da más importancia a las habilidades laborales, habilidades académicas funcionales y habilidades de vida independiente. En este sentido se considera en estos niveles una opción válida la instrucción individualizada fuera del contexto de los iguales.



Fuente: Concepto de retraso mental y sus implicaciones educativas y rehabilitadoras. Claudia Grau Rubio, Universidad de Valencia 1.998. en la Web:






(*) La A.A.R.M. es la nueva denominación, a partir de los años ochenta, de la A.A.M.D (Asociación Americana para la Deficiencia mental).

Caracteristicas Generales de las personas con deficiencias Mentales


Según los resultados de las investigaciones llevadas a cabo con personas retrasadas mentales podemos decir que la deficiencia mental es un desorden del aprendizaje que es parcialmente remediable a través de un entrenamiento sistemático de los procesos y estrategias cognitivas. Los deficientes mentales ligeros y medios presentan las siguientes características:



  • No suelen utilizar estrategias de pensamiento, de solución de problemas y de memoria y utilizan métodos asistemáticos tales como el de ensayo y error.

  • Pueden utilizar estrategias eficaces cuando se les enseña y se les entrena para utilizarlas.

  • No pueden generalizar estas estrategias a nuevas situaciones de aprendizaje aunque estas situaciones sean similares a las primeras.

    En la Web: http://dewey.uab.es/PMARQUES/dioe/claudiaretraso.doc